Tóxica, de Françoise Sagan es un texto inédito y descarnado sobre la cura de desintoxicación que la autora de Buenos días, tristeza emprendió para combatir su adicción a la morfina.
Todo empezó en el verano de 1957, cuando tras un accidente de automóvil, Françoise Sagan fue presa de dolores tan atroces como para desarrollar una dependencia del palfium, una sustancia similar a la morfina. Tres meses después, su grado de adicción hizo que decidiera internarse voluntariamente en una clínica especializada.
En el breve tiempo que pasó intentado librarse de su adicción escribió un diario que claramente tenía voluntad de ser leído. En él describe su sufrimiento y angustia; la autora se observa a sí misma y nos hace partícipes de su pensamientos, sus lecturas y su inmenso miedo a la muerte, al vacío y a la soledad. Nos cuenta, con las frases perfectas que son características de su estilo, las visitas de sus amigos y como el olor de la fresca hierba del jardín le devolvía la serenidad. Sus recuerdos de la vida en los cafés, del alcohol y los cigarrillos parecen tan lejanos que Sagan da la sensación de estar decidida a no regresar a ellos.
Todo empezó en el verano de 1957, cuando tras un accidente de automóvil, Françoise Sagan fue presa de dolores tan atroces como para desarrollar una dependencia del palfium, una sustancia similar a la morfina. Tres meses después, su grado de adicción hizo que decidiera internarse voluntariamente en una clínica especializada.
En el breve tiempo que pasó intentado librarse de su adicción escribió un diario que claramente tenía voluntad de ser leído. En él describe su sufrimiento y angustia; la autora se observa a sí misma y nos hace partícipes de su pensamientos, sus lecturas y su inmenso miedo a la muerte, al vacío y a la soledad. Nos cuenta, con las frases perfectas que son características de su estilo, las visitas de sus amigos y como el olor de la fresca hierba del jardín le devolvía la serenidad. Sus recuerdos de la vida en los cafés, del alcohol y los cigarrillos parecen tan lejanos que Sagan da la sensación de estar decidida a no regresar a ellos.
En Tóxica, la autora escribe sobre el miedo al sufrimiento con desarmante franqueza. Resulta impactante saber que este diario está escrito en 1957, sólo tres años después de Buenos días, tristeza. Sagan, pues, era muy joven: sólo tenía 22 años. Pero hay en estas reflexiones sobre el sufrimiento madurez y capacidad de introspección. Es patente que la escritura se convierte en una herramienta para no pensar en las drogas; que lee y se asombra ante Rimbaud, Apollinaire o Proust. Que se da cuenta de que la escritura es esencial para su vida.
La edición incluye las ilustraciones del conocido pintor francés Bernard Buffet, que se complementan perfectamente con los pensamientos de Sagan.
La edición incluye las ilustraciones del conocido pintor francés Bernard Buffet, que se complementan perfectamente con los pensamientos de Sagan.
PVP 16,50€
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